En este apartado trataremos los hechos de la guerra social en Rojava y los chocantes relatos sobre lo que sucede, difundidos por los aparatos de propaganda del partido democrático confederal PKK-PYD
Hambre de venganza y violencia en el Kurdistán, tras las primaveras de 2011
La revuelta generalizada en los países de ascendente musulmán y mayoritariamente árabes era cuestión de tiempo. La vida del proletariado cada vez era más insoportable. La explotación, el alza de los alimentos no dejaba de crecer, la represión se recrudecía sin cesar y la catástrofe ecológica climática en muchos casos privaba hasta del agua a los proletarios. En Siria la situación se convertía en más insostenible por momentos desde 2007. El gobierno utilizaba la división comunitaria para gestionar el desastre de la sequía y el éxodo interior. Pretendía instalar colonos árabes, desplazados de otras zonas, en las zonas kurdas para defender las más importantes fincas latifundistas regadas por el Éufrates y sus afluentes del norte de Siria. Las medidas liberalizadoras del gobierno de Erdogam seguidas de represión preventiva cada vez generaban más malestar en el proletariado en Turquía y los proletarios kurdos a pesar de la tregua sin fin estaban ansiosos por salir a la calle. En Irak el gobierno nacionalista a pesar de su gran éxito en la represión y control policial, era despreciado y odiado por amplios sectores de la población proletaria. La corrupción generalizada era una de las quejas más comunes ante el gobierno patrimonial con elecciones de los Barzani. En Irán la crisis económica y las alzas de precios no podían ser ocultadas por el antiimperialismo, tampoco la represión contra los proletarios kurdos era algo que pudiera remitir. Cuando la mecha comienza arder y se contagia de Túnez a Argelia, a Egipto, Libia, Yemen, finalmente comienzan las manifestaciones en Irak, en Siria y en Turquía el proletariado de origen kurdo lleva tiempo esperando su momento para salir nuevamente a la calle. En Siria los barrios y ciudades kurdos eran los más combativos, la sed de venganza y de revolución social eran palpables. Los anuncios de concesión de derechos políticos a los kurdos de Siria y a los refugiados de Turquía eran contestados con eslóganes proletarios, “no queremos derechos políticos” “queremos el fin de la miseria”. Los soldados de remplazo kurdos en Siria desertan o mueren a manos de sus oficiales. Los saqueos, las tomas de tierras “liberalizadas”, de latifundios, de zonas de colonización se generalizan. El reparto gratuito de medicinas, de alimentos, de asistencia médica, el enganche ilegal de luz, la toma de edificios como vivienda por parte de los proletarios son la norma, el reparto de armas es indiscriminado entre los proletarios. El odio hacia la burguesía leal al gobierno sirio solo es comparable al odio hacia los turcos que asoman la cabeza en la incipiente guerra civil en Siria. Al mismo tiempo que el ejército sirio se retira de amplias zonas en 2012, en Turquía estalla la revuelta azuzada por la oposición del proletariado a las medidas privatizadoras, hasta del agua, explotadoras y tendentes a la intervención militar en Siria. La revuelta contra la construcción de un centro comercial en el parque Gezi se extiende por toda Turquía y se convierte en más virulenta en las zonas kurdas. Decenas de muertos, cientos de heridos, miles de detenidos entre el proletariado no hacen decaer tan fácilmente la revuelta. Los planes de contrarrevolución para Siria se retrasan desde Turquía por sus dificultades internas. Eso favorecerá a los Asad, porque estos no pueden ser derribados por la burguesía rebelde sin asegurar antes la represión contra el proletariado en Siria, que salió a la calle para poner fin a la miseria. Gracias a la revuelta en Turquía, en la zona de Rojava, no gracias al PKK -PYD sino a pesar de él, la revuelta del proletariado se convierte en insurrección armada y satisfacción de sus necesidades humanas, sin oposición de la burguesía. Muchos guerrilleros del PKK acantonados en el noroeste de Irak se desplazan hacia Rojava para participar en la insurrección, las tesis oficiales pacifistas son desoídas. Contrariamente a otras zonas de Siria los partidos abiertamente burgueses y sus ideas no son respetados ni tolerados. Los bombardeos aéreos del gobierno sirio coinciden en ocasiones con los bombardeos turcos. Los militares de EEUU participan de la represión en los primeros momentos contra Rojava dando informes de satélite para la aviación turca. Invierno de 2012-2013.
La fuerza y adaptabilidad de la socialdemocracia Como ha sucedido otras veces en el caso del Kurdistán en particular y en otros casos en general, la socialdemocracia se ha sabido adaptar a las circunstancias. El caso del PKK y el PYD es paradigmático. Gracias a que entre otras cosas, numerosos proletarios que pertenecen a su organización han desoído como el resto de proletarios muchas de sus directrices, como no participar de la revuelta contra los Asad. El proletariado en general percibe a los miembros del PKK o del PYD como parte de su clase e incluso un bastión revolucionario. La organización por su parte se va adaptando a las distintas situaciones, digamos que surfea las olas proletarias, para poder en determinados momentos canalizar la marea proletaria. Aunque tenga que rectificar, defender una cosa y luego lo contrario lo hace sin empacho alguno. Primero la dirección de la organización mantiene un perfil bajo y deja a sus militantes de acción, más guerrilleristas o exaltados tener un mayor protagonismo. Pero porque sabe que finalmente no romperán con la organización si saben tocar las teclas adecuadas. Ni sus militantes incontrolados, en algún sentido, ni la mayor parte del proletariado romperán con la organización guerrillerista de forma inequívoca. Quizás por elementos folclóricos, gregarios, emocionales u otras debilidades nacionalistas tribales, aunque no entiendan sus cambiantes y confusas teorías siguen percibiendo la organización como algo parte de ellos. El PYD contrariamente a cualquier partido de orden, no reprime la tendencia natural del proletariado a no respetar la propiedad privada ni las leyes anteriores, porque no puede entre otras cosas. Tolera, a desgana, las expropiaciones de alimentos, medicamentos, casas, tierras y de armas. Pero se coloca en posición para comenzar su labor de zapador del capital.
Siguiendo el modelo humanista liberal, izquierdoso y antifascista que esgrimió como bandera por ejemplo la CNT durante la guerra civil española. Utilizando elementos ideológicos democrátistas y humanistas llama a respetar a la pequeña burguesía comercial e industrial (aliada en la teoría de la guerra popular), esgrime la idea de la no imposición autoritaria (de la revolución proletaria, de imponer otras cosas no está en contra). Cuando llega el momento promueve la conciliación de clases e incluso con el imperialismo de los verdugos de EEUU a través del antifascismo. Esto lo afirman literalmente, los dirigentes del PYD, son conscientes de que el ejército de EEUU ha colaborado en la masacre de proletarios kurdos en la propia Siria hasta 2013, pero afirman que como en la España del 36 deben unirse a las fuerzas democráticas contra el “mal mayor”, el fascismo. Los fascistas son los yihadistas del cártel de la droga, el petroleó… Estado Islámico. Finalmente como toda la socialdemocracia terminan imponiendo de forma coercitiva el respeto a la propiedad privada , la intensificación del trabajo, la bajada de salarios y las reglas de competencia económica capitalista, aunque sea dentro de la autogestión.
Tácticas de márquetin Como sucedió en el régimen de la segunda República española, los dirigentes socialdemócratas de Rojava al mismo tiempo que buscan agradar a la burguesía internacional, reafirmando su no oposición a la propiedad privada y al capitalismo, buscan manipular al proletariado para que defienda su causa. Pretendiendo publicitar el supuesto carácter revolucionario de la gestión institucional de Rojava; de sus parciales elementos libertarios, feministas institucionales y ordenamiento jurídico participativo y autogestionista. Al mismo tiempo oculta por el bien de la burguesía humanista todas aquellas realidades prácticas que tienen que ver con una revolución autentica. En sus prácticas publicitarias no aluden a los primeros momentos de la insurrección en Rojava. No reivindican los saqueos o las tomas de tierra que ya hemos mencionado muchas veces y en las que el PYD no tenía ninguna responsabilidad, ni interés en que se produjeran. Tampoco reivindica la toma de armas realizada indiscriminadamente por el proletariado. El PYD es más partidario de cuerpos reglamentados y disciplinados dentro de los criterios estatales y burgueses. Nada acerca de porque la electricidad en Rojava es gratuita o la vivienda. Eso nos permitiría conocer cual fue y cual es la correlación de fuerzas entre el proletariado y los defensores del capital.
En la práctica el márquetin de la socialdemocracia reinventada del PYD heredero del PKK, se basa en elementos de artificio parciales e incluso a veces ñoños. Mientras que se persevera en la ocultación de todo aquello que huela, sepa o suene a verdadera revolución proletaria. Cualquier cosa que sucedió o suceda en la práctica en Rojava que sea realmente algo lógico y normal en una revolución es ocultado sistemáticamente. Todo aquello que no entre dentro de los esquemas buen rollistas o de las modas del guetto alternativo igualmente es censurado por los comisarios propagandistas.