La sociedad de la escasez liberal, de las libertades suspendidas hasta nueva orden y del terror responsable de las leyes opresoras del capital, resulta que en realidad es el mejor de los mundos posibles. Sus servidores más aguerridos no paran de decir, con muchos rodeos eso si, la frase esa famosa ¡Capitalismo o muerte! Incluso los más audaces espetan que este mundo es el más socialista posible. Lo suelen espetar en los descansos que les dejan las telepromociones o telediarios promociónales de diversos productos como ropa profesional para prostitutas, drogas duras más mortales o diversos métodos de alienación compulsiva comparada. Lo único malo de todo esto es que todavía no se atreven ha espetar que el “comunismo es el desarrollo del capitalismo”.
Eso seria bastante cómodo para nosotros, así podríamos dejar claro que tanto izquierdistas como derechistas burguesas del capital utilizan sus supuestas diferencias para confundir al proletariado (o como se quiera llamar a la clase que sostiene con su trabajo al sistema despótico de producción) para ocultar que forman parte de la misma organización y de la misma clase social. Esto es cada día más evidente en los países donde rige su forma parlamentario liberal, ya no se hace el esfuerzo de intentar diferenciar a las distintas facciones del partido de la burguesía. Pero sigue intentándose imponer a los ojos del proletariado unas diferencias que no existen en realidad entre los distintos modelos de gestión democrática del capital. Entendiendo como democracia las normas de relaciones mercantiles que rigen la sociedad humana de forma mundial en su plano teórico y práctico.
En teoría toda la gente en todo el mundo es libre de vender y comprar hasta su vida. En la practica todo el mundo esta condicionado por la despótica dictadura democrática de la burguesía y su sistema mercantil de dominación.
Los intelectuales y los periodistas bufones se esfuerzan en intentar remarcar diferencia entre un régimen capitalista por ejemplo de corte estalinista y otros liberal. Entre sistemas de dominación mental religiosa y la ideología liberal burguesa. Esfuerzos cada día más inútiles y patéticos. El desastre capitalista fuerza a una evolución del capital en la que los cuadros ideológicos resultan demasiado caros cuando se necesitan redoblar los esfuerzos del aparato represivo para que el terror ocupe las mentes y las calles.
Mientras que en Europa los izquierdistas y los derechosos llaman al sacrificio para luchar por el supuesto bien común, es decir, luchar por el capital de los burgueses y el trabajo de los proletarios. Por el beneficio y la explotación. Al mismo tiempo que refuerzan los medios antimotines y promulgan leyes de excepción contra los egoístas proletarios que no quieren sacrificar lo que les queda de vida y ya empiezan ha entender que hay que quemarlo todo. En otros estados más periféricos directamente se defienden a balazos las bajadas de salarios, la subida de la tasa de explotación y de precios de alimentos para frenar las revueltas proletarias como ocurrió y ocurre en Mozambique, Bolivia y en todo el Magred y oriente Medio (Marruecos, en Argelia, Túnez, Egipto, Libia… .... hasta en el sangrientamente democratico Irak )
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