viernes, 28 de noviembre de 2025

Nacionalismo confederal, pacifista y gestionista o guerrillerismo interfronterizo

  Los apologetas de Ocalan y más generalmente, del Confederalismo Democratico, no suelen dar muchas referencias a la asimilación, o supuesta asimilación de la figura de Ocalan de la crítica al leninismo del historiador Walerstein. Provocada por la supuesta reflexiva lectura de las obras de este, lo del “Sistema Mundo”… En este sentido podemos coincidir, con Walerstein, con sus reflexiones, en que el leninismo en realidad para lo que ha servido es para intentar imponer en la periferia del capitalismo, el sistema capitalista tal como es en los centros mundiales del capitalismo, a pesar de los esfuerzos de las potencias capitalistas por mantener la periferia en el subdesarrollo económico y el despotismo militar político. Vamos que es una especie de teoría para la revolución burguesa y la revolución de las fuerzas productivas. Y esto último es lo fundamental al margen que sea discutible el concepto de centro y periferia del capitalismo en términos territoriales continentales. Pues centro y periferia, desarrollo y subdesarrollo en el capitalismo conviven en una misma ciudad, en un mismo estado como EEUU. Detroy por ejemplo, se parece más a una ciudad Africana subsahariana en guerra civil que aun centro industrial occidental que ya no es. 

La supuesta autocritica de Ocalan, inspirada en Walerstein, se centra en la inutilidad de su teoría política de la liberación nacional, pero no en la asimilación de que el leninismo es en sí una teoría política burguesa contrarrevolucionaria, por tanto no ésta acompañada de una autentica búsqueda de prácticas o métodos auténticamente revolucionarios. Su crítica al estado nación no está acompañada por una sincera intención de superar el nacionalismo. Lo que defiende la dirigencia del PKK y del PeYeDe es precisamente una perseverancia en los fines reformistas, utilizando para ello otros referentes. En cuanto a la gestión de la sociedad, la política y la supuesta producción alternativa al capital, del leninismo heredero de la vieja socialdemocracia alemana (sierva del imperio prusiano) pasa a adoptar las teorías prudonianas de la gestión humanitaria del capitalismo. La crítica al leninismo de los periodos de descolonización no se profundiza hacia el meollo de la cuestión, la crítica a su gestión del capitalismo. Así en realidad pasan de defender un modelo de gestión del capitalismo que catalogan, dentro de la doctrina “liberal”, como “totalitario” a un sistema de gestión del capitalismo más clásico, "democrático” con adornos de colores participativos y autogestinistas. 

Rescatan las viejas teorías reformistas cocinadas en el seno del sindicalismo “libertario”, desposeído de su componente anarquista. El municipalismo “libertario”, el gestionismo cooperativista y toda una serie de teorías parciales de reforma estética del capital. Como ya dijimos teorías prudonianas que ni rechazan, el estado como estructura organizativa, ni el trabajo asalariado como organización de la producción, ni el valor añadido y el plusvalor (pretenden una dulcificación entre salario y plusvalor apropiado por él capital), ni por su puesto la mercancía fetiche el dinero… Pero es que para ellos sigue siendo “marxismo” y “comunismo” la gestión del estado del capitalismo al modo de Lenin, inspirado claro está en el modelo capitalista alemán como el mismo afirma. Luego el tema del nacionalismo y el estado tienen un similar tratamiento. Se crea una estructura estatal participativa, de núcleos municipales y departamentales para hacer que el proletariado participe de la gestión de su propia explotación en el seno de la sociedad capitalista. En el fondo como cualquier régimen parlamentarista, pero cambiando las estructuras de representación. Por otro lado las decisiones importantes que están influidas por el devenir del capitalismo mundial, competencia comercial y juego imperialista, son tomadas por órganos no representativos y autoritarios, como en la democracia parlamentarista representativa formal. El confuso potaje se adereza con modas actuales, que versan sobre humanismo liberal, pacifismo sugeneris antifascista, ecologismo de la gestión del desastre capitalista y feminismo pretendidamente radical elaborado gracias a una labor intensa de recorta y pega. Las contradicciones y las interpretaciones macarrónicas son la norma. Pero hablemos concretamente del pacifismo de nuevo cuño. Esta teoría en la práctica en realidad mucho nos tememos que no es más que una forma de hacer posible la coexistencia de un posible estado o mini estado con el resto de potencias que lo rodean. Una forma de canalizar o mejor dicho castrar la lucha del proletariado kurdo en numerosas zonas de la región y canalizar la posible violencia en unos estrechos márgenes antifascistas. En realidad es una forma de llevar al combativo proletariado kurdo a la matanza de las trincheras de la guerra interburguesa. Favoreciendo los intereses de la elite gobernante de facto y plegándose a las apetencias de las potencias internacionales. Intentando minimizar las reacciones de guerra de clase contra los burgueses y evitando la revuelta contra poderes especialmente criminales y sanguinarios, como la mafia de los Barzani o el sultanato de los Erdogan. La teoría del pacifismo, la lucha pacífica y en todo caso la autodefensa muy circunscrita al ámbito local en casos extremos no deja lugar a la duda. Prácticamente para la dirigencia del PKK y PeYeDe, la violencia está justificada solo cuando el poder agresor se dispone a violar, saquear y matar a todo el mundo. En todo caso, siempre y cuando la opresión y la violencia contra el conjunto del pueblo (interclasista) se hace insoportable. Digamos que se trata de un contrapeso frente a la violencia del agresor. Aun así cualquier adversario burgués es respetable y digno de ser interlocutor excepto los yihadistas. 

Precisamente este es el principal punto de fricción dentro de la organización y entre los proletarios que supuestamente simpatizan con la organización. Ya que ningún proletario es capaz de adivinar las sutiles diferencias que puede haber entre el Estado Islámico y el estado turco. Como no sea que uno ejecuta las órdenes que dicta el otro. Tampoco entienden en la práctica las buenas relaciones con la mafia impúdica de los Barzani. Ni siquiera realmente se comprende el estrecho y menguante concepto de nacionalismo kurdo. La organización sigue siendo nacionalista y se sigue centrando en la comunidad kurda pero esto se convierte en nacionalismo estrechamente territorial y posibilista cuando nos referimos a Rojava. Lo que llegaron a criticar de la URSS, hoy el PeYeDe lo aplica a la realidad de Rojava acatando las órdenes de EEUU y haciendo oídos sordos a las desesperadas peticiones de ayuda del proletariado en Turquía, que hicieron posible con su revuelta Rojava. Trata de frenar a sus propios combatientes ante los repetidos ataques turcos y les ordena replegarse. Todo para garantizar la seguridad y la permanencia de un estado de facto llamado Rojava. Traicionando no solo el antiimperialismo, el internacionalismo, sino también su propio nacionalismo. 

Aparentemente podríamos llegar a pensar que la posición oficial de la organización es respetada al menos públicamente por sus cuadros militantes. Pero ni siquiera eso es seguro a lo largo y ancho de todos los territorios de la región donde la población kurda o los militantes del PKK están presentes. Incluso algunos cuadros dirigentes y no pocos militantes en Turquía siguen una política de acción coordinada con otros grupos guerrilleristas. Siguiendo una estrategia de desestabilización de Turquía, tendente, aunque sea algo improbable, a favorecer la revolución en todo ese estado y así, una vez caído el principal perro de presa, favorecer la insurrección en toda la región. Dando se la paradoja de que los sectores más pertinazmente leninistas- maoístas tienen una política de acción aparentemente más cercana a los intereses del proletariado revolucionaria que los supuestos libertarios del PKK. Desde luego que esto ocurre también en las filas del PeYeDe y en los batallones del ejército de Rojava YePeGe-YePeJota En la práctica la propia organización hace un trabajo de confrontación contra estas posiciones más intenso fuera de la región que sobre el terreno. Al menos por lo que se puede comprobar de los pasados años. Los comisarios de la organización en lugares como Europa, América, … tratan de que esto no se sepa o minimizar su incidencia. 

Pero sobre el terreno esto es público y notorio. La propaganda a favor de la revolución regional se ha difundido sin trabas, por ejemplo, en las ciudades kurdas de Turquía tomadas por las milicias proletarias supuestamente simpatizantes del PKK durante el invierno de 2015 a 2016. 

 Ahondaremos sobre este tema más extensamente en los siguientes apartados.

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