Crítica de la desaparición forzada
Advertencia para imbéciles: Las siguientes entregas no corresponden a cada uno de los casos concretos en el que los seres humanos se ven mutilados en sus existencias al destruir sus vínculos afectivos por el rapto o el secuestro de uno de sus miembros. No tratan acerca del mundo empírico ni sensorial, no aborda el tema de la empatía ni de la compasión. Se articulan en torno a la crítica de este fenómeno en el plano de lo lógico y lo social.
Parte 1: La lógica social de la desaparición forzada
La lógica social de la desaparición forzada es una lógica procesual que opera en dos planos, se desdobla en un movimiento que oculta en la apariencia la esencia fundamental de dicha figura.
La "víctima" de desaparición forzada como ausencia de un Estado de Derecho en el que la integridad del individuo se supone garantizada, como fractura del contrato civil que oculta la esencia social del fenómeno, es decir, la determinación de la existencia de la "víctima" como superfluidad social correspondiente a las necesidad de reproducción de la relación social capitalista y su metabolismo.
Dicha relación de superfluidad social lo es en relación a la producción de la sociedad capitalista, y está determinada como "población excedentaria", es decir, como "fuerza de trabajo" que no produce plusvalor ni realiza el existente.
En el plano de la reproducción, esta "población excedentaria" puede ser consumida improductivamente y aparecer como necesidad de la relación social Estado en un movimiento de autocorrección negativa (2) de una relación social capitalista en crisis de reproducción. (3)
De modo que la "víctima" de "desaparición forzada" consumida improductivamente en su esencia social superflua reaparece como exigencia de Estado de Derecho. La ausencia deviene ausencia negada, exigencia de presencia de Estado de Derecho que, fundamentalmente, no es sino la demanda de existir como población excedentaria sin ser consumida improductivamente, o lo que es lo mismo, la demanda de garantizar la existencia de la población excedentaria a circular, vender su mercancía-fuerza de trabajo, competir, consumir mercancías o simplemente subsistir.
Poco importa a esta demanda que el consumo improductivo de la víctima sea justo o injusto, se exige simple y llanamente el derecho a existir como hasta ahora, a saber, como potencial mercancía-fuerza de trabajo: ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!
Otro efecto es el que provoca este movimiento demandante desde su esencia social en el plano de las apariencias es toda una transfusión de sangre civil a la fatigada maquinaria del Estado. El movimiento contra las <<desapariciones forzadas>> se determina como combustible civil para la producción, distribución, circulación y consumo en masa de derechos, leyes, sanciones y penalidades punitivas, la reactivación de la reproducción social mediada por el Estado. El movimiento contra las desapariciones forzadas refuncionaliza el Estado, y lo corrige desde fuera. La lógica social de la desaparición forzada es tautológica en relación a la lógica social de la reproducción de la relación social capitalista, y le está subordinada aunque su discurso afirme lo contrario. No lo sabe, pero lo hace.
1 Aquí víctima es comprendida desde una lógica en la que el Estado postula la protección de sus ciudadanos y una aberración se presenta que impide el cumplimiento del contrato.
2 Autocorrección negativa refiere el movimiento por medio del cual el Capital busca su equilibrio desplegando lógicas sacrificales y tanáticas, como las dos "guerras mundiales", Vietnam, la contrainsurgencia latinoamericana de los 60's y 70's, la última guerra contra el narco o el desdoblamiento generalizado de una subjetividad tanática como las de los carteles de la droga o los feminicidas machistas, mercenarios de todo tipo, los supremacistas blancos o los fanáticos islamistas; a esto es a lo que refiere ser <<consumido improductivamente en condición de víctima, daño colateral, etc.
3 Véase: 2 https://endnotes.org.uk/issues/2/es/endnotes-crisis-de-la-relacion-de-clase