Razón Ilustrada: perfeccionamiento de la miseria.
“Ni siquiera los
principios fundamentales más nobles de la realidad dominante son nuestros
principios; debemos liberarnos de esta realidad, en lugar de convertirnos en
"realistas" desde el punto de vista de los derechos humanos.”
-Robert Kurz. La
economía política de los Derechos Humanos.
Es en el plano
relacional de los Derechos Humanos, el Estado de Derecho, la Democracia y la
Seguridad Nacional e Internacional que se bombardean poblaciones
enteras, se cometen genocidios, se torturan o aniquilan a los civiles, se abren
campos de concentración (La finca mexicana se une formalmente al primer mundo),
se separan familias proletarias y se propaga la famina en los barrios (campos
de concentración para el proletariado promedio), en el mejor de los casos las
víctimas son tratadas y consoladas tras tortuosos procesos y décadas de trauma,
se dan paliativos sociales inoperantes hasta la aparición de la nueva crisis
económica y las movilizaciones e insurrecciones que se contraponen
al Capital son redireccionadas por la social democracia, ya sea en su expresión
parlamentarista, guerrillerista, fundamentalismo religioso o autogestión de la
miseria.
Tanto los portavoces
como los opositores de la guerra por el orden mundial invocan al Derecho en
tanto razón de ser y hacer, ya sea para promoverla o evitarla (que más bien
mantenerla) en distintos niveles. Se nos llama una y otra vez a la razón, al
sentido común, a la Democracia, al respeto de la Ley y el Orden, se parlotea de
reformas estructurales, representatividad y visibilidad, en otras palabras, al
mantenimiento de la Paz en plena Guerra Social. Algo puede no estar bien con el
Derecho mismo.
Si bien se ha ido
construyendo una crítica-práctica contra la Modernidad y el Progreso, las
corrientes ecologistas, feministas y decoloniales, o los “viejos renovados”
marxismos y anarquismos (ya sea por sí solas o en la llamada intersección) no
rompen totalmente con la ideología dominante, se parten de críticas parciales
en las que el problema sería la falta de participación democrática,
representatividad y visibilidad, que la hegemonía cultural la tiene la
burguesía y habría que arrebatársela, de que sea ahora el proletariado o su
versión ciudadanista (el obrero), los pueblos o las comunidades las
que tendrían que reemplazar a la burguesía en la gestión de las fuerzas
productivas (sea para desarrollarlas o administrarlas) y la realización de las
tareas democráticas, de que las distintas identidades-mercancía deban ser
vaciadas en el aparato conciliador por excelencia, es decir, el Estado.
Se nos habla de
Estados Fallidos, de “Estados-Secuestrados”, de democracias inoperantes o
“falsas democracias”, se cacarea sobre la corrupción de la “Élite” o la
“codicia de las Grandes Corporaciones” o en el caso de los discursos de nobles
imbéciles se hablará de una “crisis de valores” en la sociedad o falta de
voluntad política, de la necesidad de más y mejores reformas, ya sea en materia
ambiental, fiscal, penal, de derechos humanos, en fin, de una gestión diferente
de la miseria etc…
Eso desde la
izquierda progresista, sin embargo, su reverso en la derecha no estaría nada
alejado de la personificación caricaturesca de la izquierda sobre el Capital
Global en la imagen de Banqueros, Inmobiliarias, Corporaciones, y, al igual que
la izquierda anti-imperialista se acusaría a agentes extranjeros de la declive
de la Economía Nacional, al FMI, al Banco Mundial, a tal o cual Bloque
Imperialista, en pos de una exaltación nacionalista, de comunidad de destino,
pureza del grupo y falta de energía en la comunidades, llegados a sus puntos
más crudos, personificando el Mal en determinados grupos, los negros, la
conspiración de judíos, las mujeres, los migrantes, los comunistas, etc…
La sociedad de la
mercancía se nos presenta como una realidad eterna y cuyos "desperfectos" solo
podrían demostrarnos una cosa, que es perfectible. Los llamados
"retrocesos" de la Sociedad Mercantil Generalizada, según nos dicen los expertos de la miseria, no serían más que
un resultado de voluntades personales, de males que se vienen arrastrando de
décadas o en el mejor de los casos de políticas públicas que simplemente habría
que renovar a base de las cacareadas reformas estructurales, cualquier otra
cosa sería un regreso a la "barbarie" o su viraje hacia el fascismo.
La modernidad se proyecta al infinito en busca de su perfectibilidad.
Derecho: Razón
Ilustrada-Razón Dominante.
La crítica del Derecho es
necesariamente una crítica de la Ilustración. No se trata pues de su rechazo
acrítico, sino de su negación, de su confrontación en tanto devenir histórico
de la Razón Capitalista. En este sentido, es retomamos la crítica de la
Economía Política en Marx, aquel olvidado por el sociologismo marxista y
enterrado por teorías posmodernas de dominaciones sobre parcialidades, que aun en
intersección solo reflejan la incapacidad para criticar al mundo de la
separación. Las ideas del "otro" Marx, que, junto con el trabajo, también
criticaría radicalmente las formas jurídicas y las manifestaciones de la
condición del Estado democrático como tal.
“Para nosotros, aunque sea incomprensible para la lógica burguesa, Marx
como militante no es un individuo genial, ni algo por el estilo, sino que es
una expresión singular de un proceso histórico, de una comunidad de lucha, del
proletariado. Sin la referencia a esa totalidad Marx pierde toda significación”
-Cuadernos de Negación No. 11. Contra la Valorización de la Vida.
Si la crítica de la
religión como una idea "falsa" y fantástica que el ser humano hace de
sí mismo y de la sociedad, y que debería superarse superando la conciencia
religiosa, lleva al impulso social que demanda el fin del del Estado
religioso. Marx apuntó a revertir el problema, atribuirlo al orden social
existente y eliminar el "velo religioso" de toda la discusión: en
lugar de ir más allá de la conciencia religiosa "dentro de la propia
conciencia" para hacer de la sociedad una verdaderamente humana, primero
habría que superar a la sociedad existente para deshacerse de la conciencia
religiosa. Sin embargo, la reforma política solo implicaría que los
problemas derivados de la conciencia religiosa fuesen "un asunto
privado", sin resolver los mismos.
Así como la
conciencia religiosa no desaparece con la libertad religiosa y el fin de la
religión estatal, es decir, se convierte en un asunto privado antes y “fuera”
del Estado. Lo mismo se aplica a los problemas sociales y
económicos. En la medida en que la propiedad económica privada como tal ya
no desempeñe ningún papel político en una democracia pura pasaría a desarrollar
su papel como reproducción social del aislamiento y desposesión generalizada.
La crítica del
Derecho es una crítica de la Sociedad Capitalista como desenvolvimiento de
la religión secular que es la Razón Ilustrada, la de una metafísica real del
dinero, de la dictadura de la ganancia sobre las necesidades humanas. Marx
cuestionó radicalmente la división del hombre y su sociedad en general en una
esfera estatal "ideal", por un lado, y una esfera socioeconómica,
privada de trabajo abstracto, de interés dinero, competencia económica, etc.,
por otro. La Sociedad Mercantil Generalizada no es sino la esfera de la
reproducción económica autónoma de todos los individuos, donde existe una
apariencia de desenvolvimiento independiente frente al Estado: tal situación de
democracia pura hace a cada individuo "soberano" a través de la
ciudadanía, mientras que el mismo individuo puede ser simultáneamente un
mendigo sin hogar en el aspecto social-civil, una burla de la comunidad humana.
La crítica del
Derecho que no supone una crítica de la Ilustración, y, por el contrario, solo
asume su proyecto “no terminado” hipostasiado en el devenir histórico y
proyectado indeterminadamente hacia el futuro y justificando su existencia como
un perfeccionamiento del pasado, no es más que un instrumento al servicio de lo
existente, manteniendo intacto al Derecho en tanto expresión social del poder
centralizado del capital sobre la vida.
“Lo importante para
comprender la ideología teórica de la modernidad no es creer que las ideas son
instrumentos de la clase dominante para engañar, seducir o lograr hegemonía
(como dirían los doctos y pretendidamente sabios izquierdistas de nuestra
época) sobre el proletariado o sobre las clases subalternas (si utilizamos el
lenguaje del capital), sino cuál es la forma que adquieren las ideas y la
producción de pensamiento en la época dominada por el capital, en la
modernidad.”
-Grupo Barbaria.
Notas sobre el Método.
Ejemplo de ello es la llamada
“Sociedad Civil”, la cual habría pasado a reemplazar y complementar en cierta
medida el antiguo papel de los grupúsculos tradicionales de la socialdemocracia,
esto se debe a que el Estado pretende representar la multiplicidad de
voluntades privadas que la constituyen. La ideología del ciudadano
"conquista derechos" es propia de su desenvolvimiento, se
pretende al Derecho como un mero plano neutral al cual habría que llenar de un
contenido progresista, en realidad es la forma que adquiere la producción y
reproducción social de la Modernidad Capitalista.
Igualdad Jurídica y Contrato Social.
«Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos. Las
distinciones sociales no pueden fundarse más que sobre la utilidad común. El
objetivo de toda asociación política es la conservación de los derechos
naturales e imprescriptibles del hombre. Estos derechos son la libertad, la
propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión.»
-
Asamblea Nacional Constituyente de Francia, 28 de agosto de 1789,
Artículos 1 y 2
Los seres humanos son iguales en
tanto mercancías que se relacionan con otras en el plano de la democracia, es
decir el plano del Mercado. Al igual que la mercancía el Sujeto de Derecho
es la reducción del ser humano a meras abstracciones desprovistas de todo aspecto
cualitativo, dotado con capacidad de goce (es decir, potencial vendedor y
consumidor de derechos-mercancía) y capacidad de ejercicio (para mantener
relaciones contractuales con otras mercancías o el Estado).
La relación o vínculo
jurídico es la expresión de la socialización de los seres humanos como
mercancías, lo único que importa al Derecho es la abstracción de la humanidad
en átomos que se relacionan en tanto valor de cambio, es el intercambio mercantil
mistificada como una relación voluntaria, libre y consiente entre seres humanos,
la única diferencia frente a cualquier otro tipo de mercancía es nuestro valor de
uso, ya que la fuerza de trabajo es la única capaz de producir más valor, plusvalor,
el trabajo concreto se transforma en trabajo abstracto y se objetiva en la
forma mercancía, ya que los productos solo pueden adquirir su carácter social
previa mediación del mercado. Se parte precisamente de la indiferencia que
representan los aspectos cualitativos, es la estandarización mecánica y su
nivelación, ya que lo fundamental es el dominio de lo cuantitativo intentando
desprenderse del valor de uso.
En la medida que la crisis de la forma
valor tiende a expulsar grandes masas de seres humanos como inservibles e
incapaces producir plusvalor o realizar el existente, no seremos más que
bio-masa, aquella masa excedentaria de la cual habría que librarse en un proceso
de “corrección negativa del capital”. Droga y limpieza social en
los barrios, genocidios en las guerras inter-imperialistas, migrantes encerrados
en campos de concentración o asesinados por los sicarios de la mercancia en las
fronteras o muriendo ahogados en las aguas del mar Mediterráneo. El sujeto de
derecho es la forma jurídica de la mercancía, iguales ante la ley e
intercambiables en democracia.
“El movimiento contra las <<desapariciones
forzadas>> se determina como combustible civil para la producción,
distribución, circulación y consumo en masa de derechos, leyes, sanciones y
penalidades punitivas, la reactivación de la reproducción social mediada por el
Estado (…) refuncionaliza el Estado, y lo <<corrige>> desde fuera.
La lógica social de la <<desaparición forzada>> es
tautológica con relación a la lógica social de la reproducción de la relación
social capitalista, y le está subordinada, aunque su discurso afirme lo
contrario. No lo sabe, pero lo hace.
(…) Que la ley se cumpla y que se
castigue a los culpables, es decir, que el rito y el sacrificio se efectúen a
todos los niveles es la alianza implícita que promete la garantía de la piedad
de los feligreses, y así, la certeza de que el devenir vertiginoso de
producción, distribución, circulación y consumo de mercancías continúen.”
-Anónimo. Primavera-Verano 2019 “Capitalismo
y lucha de Clases en México” (El texto puede encontrarse en la página de la
Westphalen)
El Contrato Social,
pues, no es más que la expresión jurídico-política por excelencia de la
reificación de las relaciones entre seres humanos como meros átomos
mercantiles, entre nosotros y la naturaleza, habiendo destruido todo tipo de
comunidad humana y habiendo provocado una fractura metabólica (fractura
aparentemente irreparable entre el metabolismo social y el natural), así, el
proyecto irracional de la dictadura de la ganancia se auto realiza como un
proceso social-racional-en todos y cada uno de los ámbitos separados integrados
en la unidad política que centraliza el poder del capital, el Estado.
La ideología democrática nos sitúa en
el plano del Estado, en la que aparentemente cada lucha y su asimilación en el
marco jurídico del derecho-mercancía es un paso más hacia la emancipación
social y el reconocimiento de la dignidad humana, cuando no es más que la
auto realización del proyecto ilustrado de la Modernidad Capitalista, de la
superioridad total de lo muerto sobre lo vivo, de la mercancía sobre
los seres humanos, de un progreso infinito, la “apertura democrática” es la
promesa eterna del paraíso para el ciudadano del mundo. No es de extrañar
que la historiografía jurídico-burguesa presente las luchas más combativas
contra la sociedad de clases como parte natural de su desenvolvimiento, como un
mero agente modernizador de la sociedad productora de mercancías.
El Derecho nace de la
destrucción de la comunidad humana, es la expresión social del
movimiento generalizado de lo no viviente. La destrucción de la Sociedad de
Clases solo puede venir de la abolición efectiva de la propiedad privada y el
trabajo asalariado, del capital y la mercancía, del Estado y el Derecho.