lunes, 1 de diciembre de 2025

Segunda parte

  

En este apartado trataremos los hechos de la guerra social en Rojava y los chocantes relatos sobre lo que sucede, difundidos por los aparatos de propaganda del partido democrático confederal PKK-PYD

Hambre de venganza y violencia en el Kurdistán, tras las primaveras de 2011


 La revuelta generalizada en los países de ascendente musulmán y mayoritariamente árabes era cuestión de tiempo. La vida del proletariado cada vez era más insoportable. La explotación, el alza de los alimentos no dejaba de crecer, la represión se recrudecía sin cesar y la catástrofe ecológica climática en muchos casos privaba hasta del agua a los proletarios. En Siria la situación se convertía en más insostenible por momentos desde 2007. El gobierno utilizaba la división comunitaria para gestionar el desastre de la sequía y el éxodo interior. Pretendía instalar colonos árabes, desplazados de otras zonas, en las zonas kurdas para defender las más importantes fincas latifundistas regadas por el Éufrates y sus afluentes del norte de Siria. Las medidas liberalizadoras del gobierno de Erdogam seguidas de represión preventiva cada vez generaban más malestar en el proletariado en Turquía y los proletarios kurdos a pesar de la tregua sin fin estaban ansiosos por salir a la calle. En Irak el gobierno nacionalista a pesar de su gran éxito en la represión y control policial, era despreciado y odiado por amplios sectores de la población proletaria. La corrupción generalizada era una de las quejas más comunes ante el gobierno patrimonial con elecciones de los Barzani. En Irán la crisis económica y las alzas de precios no podían ser ocultadas por el antiimperialismo, tampoco la represión contra los proletarios kurdos era algo que pudiera remitir. Cuando la mecha comienza arder y se contagia de Túnez a Argelia, a Egipto, Libia, Yemen, finalmente comienzan las manifestaciones en Irak, en Siria y en Turquía el proletariado de origen kurdo lleva tiempo esperando su momento para salir nuevamente a la calle. En Siria los barrios y ciudades kurdos eran los más combativos, la sed de venganza y de revolución social eran palpables. Los anuncios de concesión de derechos políticos a los kurdos de Siria y a los refugiados de Turquía eran contestados con eslóganes proletarios, “no queremos derechos políticos” “queremos el fin de la miseria”. Los soldados de remplazo kurdos en Siria desertan o mueren a manos de sus oficiales. Los saqueos, las tomas de tierras “liberalizadas”, de latifundios, de zonas de colonización se generalizan. El reparto gratuito de medicinas, de alimentos, de asistencia médica, el enganche ilegal de luz, la toma de edificios como vivienda por parte de los proletarios son la norma, el reparto de armas es indiscriminado entre los proletarios. El odio hacia la burguesía leal al gobierno sirio solo es comparable al odio hacia los turcos que asoman la cabeza en la incipiente guerra civil en Siria. Al mismo tiempo que el ejército sirio se retira de amplias zonas en 2012, en Turquía estalla la revuelta azuzada por la oposición del proletariado a las medidas privatizadoras, hasta del agua, explotadoras y tendentes a la intervención militar en Siria. La revuelta contra la construcción de un centro comercial en el parque Gezi se extiende por toda Turquía y se convierte en más virulenta en las zonas kurdas. Decenas de muertos, cientos de heridos, miles de detenidos entre el proletariado no hacen decaer tan fácilmente la revuelta. Los planes de contrarrevolución para Siria se retrasan desde Turquía por sus dificultades internas. Eso favorecerá a los Asad, porque estos no pueden ser derribados por la burguesía rebelde sin asegurar antes la represión contra el proletariado en Siria, que salió a la calle para poner fin a la miseria. Gracias a la revuelta en Turquía, en la zona de Rojava, no gracias al PKK -PYD sino a pesar de él, la revuelta del proletariado se convierte en insurrección armada y satisfacción de sus necesidades humanas, sin oposición de la burguesía. Muchos guerrilleros del PKK acantonados en el noroeste de Irak se desplazan hacia Rojava para participar en la insurrección, las tesis oficiales pacifistas son desoídas. Contrariamente a otras zonas de Siria los partidos abiertamente burgueses y sus ideas no son respetados ni tolerados. Los bombardeos aéreos del gobierno sirio coinciden en ocasiones con los bombardeos turcos. Los militares de EEUU participan de la represión en los primeros momentos contra Rojava dando informes de satélite para la aviación turca. Invierno de 2012-2013. 

 La fuerza y adaptabilidad de la socialdemocracia Como ha sucedido otras veces en el caso del Kurdistán en particular y en otros casos en general, la socialdemocracia se ha sabido adaptar a las circunstancias. El caso del PKK y el PYD es paradigmático. Gracias a que entre otras cosas, numerosos proletarios que pertenecen a su organización han desoído como el resto de proletarios muchas de sus directrices, como no participar de la revuelta contra los Asad. El proletariado en general percibe a los miembros del PKK o del PYD como parte de su clase e incluso un bastión revolucionario. La organización por su parte se va adaptando a las distintas situaciones, digamos que surfea las olas proletarias, para poder en determinados momentos canalizar la marea proletaria. Aunque tenga que rectificar, defender una cosa y luego lo contrario lo hace sin empacho alguno. Primero la dirección de la organización mantiene un perfil bajo y deja a sus militantes de acción, más guerrilleristas o exaltados tener un mayor protagonismo. Pero porque sabe que finalmente no romperán con la organización si saben tocar las teclas adecuadas. Ni sus militantes incontrolados, en algún sentido, ni la mayor parte del proletariado romperán con la organización guerrillerista de forma inequívoca. Quizás por elementos folclóricos, gregarios, emocionales u otras debilidades nacionalistas tribales, aunque no entiendan sus cambiantes y confusas teorías siguen percibiendo la organización como algo parte de ellos. El PYD contrariamente a cualquier partido de orden, no reprime la tendencia natural del proletariado a no respetar la propiedad privada ni las leyes anteriores, porque no puede entre otras cosas. Tolera, a desgana, las expropiaciones de alimentos, medicamentos, casas, tierras y de armas. Pero se coloca en posición para comenzar su labor de zapador del capital. 

Siguiendo el modelo humanista liberal, izquierdoso y antifascista que esgrimió como bandera por ejemplo la CNT durante la guerra civil española. Utilizando elementos ideológicos democrátistas y humanistas llama a respetar a la pequeña burguesía comercial e industrial (aliada en la teoría de la guerra popular), esgrime la idea de la no imposición autoritaria (de la revolución proletaria, de imponer otras cosas no está en contra). Cuando llega el momento promueve la conciliación de clases e incluso con el imperialismo de los verdugos de EEUU a través del antifascismo. Esto lo afirman literalmente, los dirigentes del PYD, son conscientes de que el ejército de EEUU ha colaborado en la masacre de proletarios kurdos en la propia Siria hasta 2013, pero afirman que como en la España del 36 deben unirse a las fuerzas democráticas contra el “mal mayor”, el fascismo. Los fascistas son los yihadistas del cártel de la droga, el petroleó… Estado Islámico. Finalmente como toda la socialdemocracia terminan imponiendo de forma coercitiva el respeto a la propiedad privada , la intensificación del trabajo, la bajada de salarios y las reglas de competencia económica capitalista, aunque sea dentro de la autogestión. 

  Tácticas de márquetin Como sucedió en el régimen de la segunda República española, los dirigentes socialdemócratas de Rojava al mismo tiempo que buscan agradar a la burguesía internacional, reafirmando su no oposición a la propiedad privada y al capitalismo, buscan manipular al proletariado para que defienda su causa. Pretendiendo publicitar el supuesto carácter revolucionario de la gestión institucional de Rojava; de sus parciales elementos libertarios, feministas institucionales y ordenamiento jurídico participativo y autogestionista. Al mismo tiempo oculta por el bien de la burguesía humanista todas aquellas realidades prácticas que tienen que ver con una revolución autentica. En sus prácticas publicitarias no aluden a los primeros momentos de la insurrección en Rojava. No reivindican los saqueos o las tomas de tierra que ya hemos mencionado muchas veces y en las que el PYD no tenía ninguna responsabilidad, ni interés en que se produjeran. Tampoco reivindica la toma de armas realizada indiscriminadamente por el proletariado. El PYD es más partidario de cuerpos reglamentados y disciplinados dentro de los criterios estatales y burgueses. Nada acerca de porque la electricidad en Rojava es gratuita o la vivienda. Eso nos permitiría conocer cual fue y cual es la correlación de fuerzas entre el proletariado y los defensores del capital. 

En la práctica el márquetin de la socialdemocracia reinventada del PYD heredero del PKK, se basa en elementos de artificio parciales e incluso a veces ñoños. Mientras que se persevera en la ocultación de todo aquello que huela, sepa o suene a verdadera revolución proletaria. Cualquier cosa que sucedió o suceda en la práctica en Rojava que sea realmente algo lógico y normal en una revolución es ocultado sistemáticamente. Todo aquello que no entre dentro de los esquemas buen rollistas o de las modas del guetto alternativo igualmente es censurado por los comisarios propagandistas.

viernes, 28 de noviembre de 2025

Nacionalismo confederal, pacifista y gestionista o guerrillerismo interfronterizo

  Los apologetas de Ocalan y más generalmente, del Confederalismo Democratico, no suelen dar muchas referencias a la asimilación, o supuesta asimilación de la figura de Ocalan de la crítica al leninismo del historiador Walerstein. Provocada por la supuesta reflexiva lectura de las obras de este, lo del “Sistema Mundo”… En este sentido podemos coincidir, con Walerstein, con sus reflexiones, en que el leninismo en realidad para lo que ha servido es para intentar imponer en la periferia del capitalismo, el sistema capitalista tal como es en los centros mundiales del capitalismo, a pesar de los esfuerzos de las potencias capitalistas por mantener la periferia en el subdesarrollo económico y el despotismo militar político. Vamos que es una especie de teoría para la revolución burguesa y la revolución de las fuerzas productivas. Y esto último es lo fundamental al margen que sea discutible el concepto de centro y periferia del capitalismo en términos territoriales continentales. Pues centro y periferia, desarrollo y subdesarrollo en el capitalismo conviven en una misma ciudad, en un mismo estado como EEUU. Detroy por ejemplo, se parece más a una ciudad Africana subsahariana en guerra civil que aun centro industrial occidental que ya no es. 

La supuesta autocritica de Ocalan, inspirada en Walerstein, se centra en la inutilidad de su teoría política de la liberación nacional, pero no en la asimilación de que el leninismo es en sí una teoría política burguesa contrarrevolucionaria, por tanto no ésta acompañada de una autentica búsqueda de prácticas o métodos auténticamente revolucionarios. Su crítica al estado nación no está acompañada por una sincera intención de superar el nacionalismo. Lo que defiende la dirigencia del PKK y del PeYeDe es precisamente una perseverancia en los fines reformistas, utilizando para ello otros referentes. En cuanto a la gestión de la sociedad, la política y la supuesta producción alternativa al capital, del leninismo heredero de la vieja socialdemocracia alemana (sierva del imperio prusiano) pasa a adoptar las teorías prudonianas de la gestión humanitaria del capitalismo. La crítica al leninismo de los periodos de descolonización no se profundiza hacia el meollo de la cuestión, la crítica a su gestión del capitalismo. Así en realidad pasan de defender un modelo de gestión del capitalismo que catalogan, dentro de la doctrina “liberal”, como “totalitario” a un sistema de gestión del capitalismo más clásico, "democrático” con adornos de colores participativos y autogestinistas. 

Rescatan las viejas teorías reformistas cocinadas en el seno del sindicalismo “libertario”, desposeído de su componente anarquista. El municipalismo “libertario”, el gestionismo cooperativista y toda una serie de teorías parciales de reforma estética del capital. Como ya dijimos teorías prudonianas que ni rechazan, el estado como estructura organizativa, ni el trabajo asalariado como organización de la producción, ni el valor añadido y el plusvalor (pretenden una dulcificación entre salario y plusvalor apropiado por él capital), ni por su puesto la mercancía fetiche el dinero… Pero es que para ellos sigue siendo “marxismo” y “comunismo” la gestión del estado del capitalismo al modo de Lenin, inspirado claro está en el modelo capitalista alemán como el mismo afirma. Luego el tema del nacionalismo y el estado tienen un similar tratamiento. Se crea una estructura estatal participativa, de núcleos municipales y departamentales para hacer que el proletariado participe de la gestión de su propia explotación en el seno de la sociedad capitalista. En el fondo como cualquier régimen parlamentarista, pero cambiando las estructuras de representación. Por otro lado las decisiones importantes que están influidas por el devenir del capitalismo mundial, competencia comercial y juego imperialista, son tomadas por órganos no representativos y autoritarios, como en la democracia parlamentarista representativa formal. El confuso potaje se adereza con modas actuales, que versan sobre humanismo liberal, pacifismo sugeneris antifascista, ecologismo de la gestión del desastre capitalista y feminismo pretendidamente radical elaborado gracias a una labor intensa de recorta y pega. Las contradicciones y las interpretaciones macarrónicas son la norma. Pero hablemos concretamente del pacifismo de nuevo cuño. Esta teoría en la práctica en realidad mucho nos tememos que no es más que una forma de hacer posible la coexistencia de un posible estado o mini estado con el resto de potencias que lo rodean. Una forma de canalizar o mejor dicho castrar la lucha del proletariado kurdo en numerosas zonas de la región y canalizar la posible violencia en unos estrechos márgenes antifascistas. En realidad es una forma de llevar al combativo proletariado kurdo a la matanza de las trincheras de la guerra interburguesa. Favoreciendo los intereses de la elite gobernante de facto y plegándose a las apetencias de las potencias internacionales. Intentando minimizar las reacciones de guerra de clase contra los burgueses y evitando la revuelta contra poderes especialmente criminales y sanguinarios, como la mafia de los Barzani o el sultanato de los Erdogan. La teoría del pacifismo, la lucha pacífica y en todo caso la autodefensa muy circunscrita al ámbito local en casos extremos no deja lugar a la duda. Prácticamente para la dirigencia del PKK y PeYeDe, la violencia está justificada solo cuando el poder agresor se dispone a violar, saquear y matar a todo el mundo. En todo caso, siempre y cuando la opresión y la violencia contra el conjunto del pueblo (interclasista) se hace insoportable. Digamos que se trata de un contrapeso frente a la violencia del agresor. Aun así cualquier adversario burgués es respetable y digno de ser interlocutor excepto los yihadistas. 

Precisamente este es el principal punto de fricción dentro de la organización y entre los proletarios que supuestamente simpatizan con la organización. Ya que ningún proletario es capaz de adivinar las sutiles diferencias que puede haber entre el Estado Islámico y el estado turco. Como no sea que uno ejecuta las órdenes que dicta el otro. Tampoco entienden en la práctica las buenas relaciones con la mafia impúdica de los Barzani. Ni siquiera realmente se comprende el estrecho y menguante concepto de nacionalismo kurdo. La organización sigue siendo nacionalista y se sigue centrando en la comunidad kurda pero esto se convierte en nacionalismo estrechamente territorial y posibilista cuando nos referimos a Rojava. Lo que llegaron a criticar de la URSS, hoy el PeYeDe lo aplica a la realidad de Rojava acatando las órdenes de EEUU y haciendo oídos sordos a las desesperadas peticiones de ayuda del proletariado en Turquía, que hicieron posible con su revuelta Rojava. Trata de frenar a sus propios combatientes ante los repetidos ataques turcos y les ordena replegarse. Todo para garantizar la seguridad y la permanencia de un estado de facto llamado Rojava. Traicionando no solo el antiimperialismo, el internacionalismo, sino también su propio nacionalismo. 

Aparentemente podríamos llegar a pensar que la posición oficial de la organización es respetada al menos públicamente por sus cuadros militantes. Pero ni siquiera eso es seguro a lo largo y ancho de todos los territorios de la región donde la población kurda o los militantes del PKK están presentes. Incluso algunos cuadros dirigentes y no pocos militantes en Turquía siguen una política de acción coordinada con otros grupos guerrilleristas. Siguiendo una estrategia de desestabilización de Turquía, tendente, aunque sea algo improbable, a favorecer la revolución en todo ese estado y así, una vez caído el principal perro de presa, favorecer la insurrección en toda la región. Dando se la paradoja de que los sectores más pertinazmente leninistas- maoístas tienen una política de acción aparentemente más cercana a los intereses del proletariado revolucionaria que los supuestos libertarios del PKK. Desde luego que esto ocurre también en las filas del PeYeDe y en los batallones del ejército de Rojava YePeGe-YePeJota En la práctica la propia organización hace un trabajo de confrontación contra estas posiciones más intenso fuera de la región que sobre el terreno. Al menos por lo que se puede comprobar de los pasados años. Los comisarios de la organización en lugares como Europa, América, … tratan de que esto no se sepa o minimizar su incidencia. 

Pero sobre el terreno esto es público y notorio. La propaganda a favor de la revolución regional se ha difundido sin trabas, por ejemplo, en las ciudades kurdas de Turquía tomadas por las milicias proletarias supuestamente simpatizantes del PKK durante el invierno de 2015 a 2016. 

 Ahondaremos sobre este tema más extensamente en los siguientes apartados.

viernes, 21 de noviembre de 2025

Libia: insurrección, derrotismo y guerra interburguesa impuesta desde el exterior.


 El gran amigo personal de Berlusconi, de repente se convierte en un dictador sanguinario, y acto seguido le sacan los trapos sucios que los mismos que le acusan le habían perdonado. Todo por que las compañías petroleras, seamos claros, que explotan el gas y el petróleo libio se ven obligadas a parar la producción, a evacuar a sus ingenieros y personal occidental, dar por perdidos bienes y vehículos confiscados por el proletariado y dejar a su suerte a cientos de miles de trabajadores serviles venidos de los rincones más míseros del planeta. Todo por culpa de que Gadafi no es capaz de aplastar una insurrección proletaria que comienza con las ocupaciones de viviendas en construcción por su escasez, protestas por el paro y la carestía de la vida y termina con la deserción de los soldados encargados de aplastar las protestas. Este último factor y no otro es el que motivo la utilización de aviones de guerra, la necesidad de aplastar a los que tenían que aplastar al proletariado. Eso explica las escasas bajas en los cuarteles tomados por los rebeldes, la mayor parte de los soldados desertaron. La mayor parte de las muertes de soldados se produjeron en los primeros momentos, de un conflicto que dura más de nueve meses, a manos de los oficiales y la aviación del Estado libio. En cuestión de días la insurrección se extiende y algunos funcionarios del régimen desertan. Los combates tienen una incidencia militar ridícula. 

Los enfrentamientos se resuelven sin apenas muertos. La burguesía internacional necesita una nueva elite burguesa para controlar el país por eso apoya a los ministros desertores. Las fuerzas de Gadafi, al mismo tiempo, invitan a marcharse a los extranjeros y confiscan sus bienes como hacen las primeras partidas de rebeldes. Las fuerzas burguesas organizadas alrededor de Gadafi reparten pagas extraordinarias al proletariado y al mismo tiempo desempolvan el discurso tercermundista-leninista anticolonial. 

 Parece que todos los pasos dados por los llamados gadafistas y la burguesía internacional están dirigidos a acabar con el derrotismo revolucionario en toda Libia. Pretenden intentar que los proletarios se masacren entre sí por distintas banderas burguesas, por la democracia liberal o el supuesto antiimperialismo. Los bombardeos de la OTAN son un método para reproducir el enfrentamiento y acabar con el derrotismo presente en ambos ejércitos milicianos, derrotismo que perjudica especialmente a las compañías petroleras. Derrotismo que permitió que las milicias y soldados profesionales del Estado libio se quedaran a las puertas de la segunda ciudad del país tras un mes de leves combates, mientras se combatía dentro de la ciudad y se confirmaba que un avión controlado por los ex ministros fue derribado por antiaéreos de otros rebeldes. 

 Se niega el supuesto de enfrentamiento interno, insurrección o derrotismo de las milicias con respecto al gobierno provisional apoyado por la burguesía internacional. Pero los hechos dan indicios alarmantes de guerra internacional contra el proletariado en toda Libia. Bombardeos de la OTAN reiterados contra columnas concretas de proletarios, bombardeos contra tanques rebeldes, que salían en los noticiarios desde la primera semana de insurrección en febrero de 2011, justificados por los principales generales de la OTAN con el argumento de que no sabían que los rebeldes tenían tanques. Las pruebas irrefutables: 5 meses de estancamiento militar y bombardeos de la OTAN y la tenaz resistencia a la intervención extranjera terrestre de amplios sectores proletarios. 

Las instituciones rebeldes libias parecen repetir la historia de la republica española en la guerra civil. Su principal preocupación es agradar a la burguesía internacional y desarmar o controlar a las milicias. Su imperiosa necesidad es imponer su autoridad, reconstruir el Estado y sus cuerpos represivos. La muerte del máximo jefe militar del gobierno de Bengasi y ex ministro del interior libio cuando regresaba del frente a manos de milicianos dejo todo bien claro. El consejo transitorio era incapaz de imponer su autoridad en su misma capital, es impotente cómo el gobierno republicano en 1936. Y como él recibe ayuda económica, armas y asesores para reclutar policías que hagan la guerra al proletariado, a la chusma, a las milicias... Los milicianos del Este no sabían ni cómo eran las armas enviadas por Francia porque ni habían aparecido por los frentes. No en vano después de la muerte del general ex-ministro del interior y general en jefe rebelde, el ex ministro de justicia pidió que las distintas milicias controladas por los consejos locales se pusieran a las órdenes del Consejo Nacional Transitorio, en resumidas cuentas un llamamiento a disolver los comités locales proletarios y a reforzar el Estado burgués. Los que no actúen así serian considerados gadafistas, es decir fusilados. Pero todo parece indicar que los proletarios no se van a dejar fusilar así que tendrán que ser bombardeados por la OTAN. (Este texto fue escrito antes que el consejo nacional transitorio reconociera que el general y dos miembros de su estado mayor fueron ejecutados y quemados dentro de Bengasi por milicianos locales) Entonces era el momento de liquidar el asunto antes de que las cosas degeneraran y así se impulso un frente rebelde en una zona deshabitada y fuertemente controlado por oficiales del ejército tardíamente desertores e islamistas hasta el año pasado perseguidos por la CIA. Todo con dirección de los centros de mando de la OTAN para tomar Trípoli, que evidentemente cayó en pocas semanas desde la muerte del ex ministro del interior. Es lógico que nadie defendiera las casas de los hijísimos de Gadafi pero los petroburgueses exigirán desarme de la población, control burgués de las milicias, mano dura… concesiones petroleras a precio de saldo…

jueves, 20 de noviembre de 2025

 Primera parte 

El verdugo islámico del proletariado.  

Islam turco: la destrucción de la unidad del islam y la construcción del Estado Islámico

  Como ya dijimos el estado turco se construye en base a la destrucción de la comunidad tribal, a la destrucción de la comunidad campesina y a la destrucción de la comunión islámica la umma. Creando una identidad articulada alrededor del Estado. Un estado que utiliza como base ideológica el islam en versión custumizada y una especie de ideología de pueblo elegido por Dios para dominar el mundo. Es decir nacionalismo racial de toda la vida, definiendo la raza en base a las necesidades del Estado claro. En esa construcción primero la comunidad campesina (con tierras colectivas) muy habitual entre las etnias islamizadas…. … debe ser destruida. La identidad tribal es un estorbo y un límite para el estado. Las leyes tribales o las costumbres de ciertas etnias son un “atraso” para las formas económicas turcas. En sucesivas oleadas de evolución del estado turco se ira atacando etnia por etnia para eliminarlas o asimilarlas. En esta construcción ideológica la voluntad del Estado y la clase dominante a quien sirve el Estado es la palabra de Dios. Los intereses de la clase dominante son sacralizados por sistema. Como hoy por ejemplo los salarios bajos y las jornadas laborales de 16 horas son la voluntad de Alá. Esto es algo muy normal pero en el caso turco cosas así o similares son objeto de desarrollo teológico. Como la necesidad de consagrar el derecho de los clérigos oficiales a ser “chulo putas” al mismo tiempo. Dicha teología se apartaría lo más posible del “espíritu progre” de los inicios del islam que buscaba alejarse de la formas de vida clásica de la elite de oriente medio: 

la usura vinculada a la creación de nuevos esclavos, la prostitución y la exportación mercantil de mujeres a todo el mundo antiguo conocido. 

Esta teología a la carta también se utiliza para justificar la supremacía, más que de la raza, del Estado turco sobre todos los islámicos. Por tanto su derecho de destruir cultural o físicamente a cualquier pueblo o grupo que atente contra la sagrada autoridad del representante de Dios en la tierra, el Estado turco. Esto también se aplica a cualquier estado o nación que se considere que ha ofendido o tiene algo que quiere el Estado turco. Todo lo mismo de siempre, en todas parte, pero aplicado con un fanatismo que roza el ridículo. 

Hay que tener muy en cuenta que la identidad de turco es una cuestión meramente ideológica. Es el que acepta y obedece las órdenes del Estado ciegamente. Y esto tiene sus implicaciones lingüísticas y culturales. Para hacer mucho más racional él estado. Homogenizar a los súbditos en base a una cultura y lengua común es lo normal. Independientemente de que sean de orígenes muy dispares. 

El sultanato en el último cuarto de siglo XIX desarrollara esta idea con todas sus consecuencias, que podemos comprobar hasta la actualidad. El sultán Abdul Hamid II tras la derrota en la guerra ruso-otomana de 1877-1878 se vio obligado, adoptando ya entonces muchas de las ideas de los niños pijos otomanos (jóvenes otomanos) que serían la base ideológica del nacionalismo militarista turco laico, a reorganizar el imperio en base a criterios etnicistas y nacionalistas. Como el imperio turco era un batiburrillo informe de etnias la única forma posible de unificarlo era a través del orgullo religioso. 

Así desarrolla el panislamismo para tontos, la primera sistematización del islam más custimizado (grotescamente resumido) en base a los intereses del Estado Islámico. 

Como las derrotas militares continuas habían llevado a muchos musulmanes europeos a ser expulsados hacia anatolia (la mayoría eslavos musulmanes de los Balcanes y Rusia) la identidad racial turca debía ser algo también muy laxo. Pues estos nuevos contingentes de musulmanes desarraigados serían más fácilmente moldeados por el estado y serian la fuerza de choque que impondría la homogenización islámica a los distintos pueblos islámicos viejos. Pero sobre todo daría el empujón final para crear el crisol donde cristalizaría esa nueva nación sin identidad más allá de la obediencia al Estado Islámico (donde la raza turca fluye entre escandinava y raza de negreros negros). Ese crisol es el odio a los diferentes y a los enemigos. El impero otomano utiliza como chivo expiatorio y blanco sobre el que descargar todas las tensiones sociales y frustraciones de la plebe a las etnias cristianas de oriente medio y anatolia. Concretamente usa a los armenios como perfecto saco de boxeo para la “canalla” musulmana descontenta. Los cristianos son para el estado turco como los judíos o gitanos para los nazis. El pueblo elegido para ocupar ese lugar fue el armenio, ya que disponía de muchas tierras de cultivo en los valles que podían ser entregadas a la plebe musulmana refugiada o no, eran odiados por tener dinero mientras que los musulmanes perdían a sus hijos en el servicio militar por no tenerlo, contaba con la rivalidad tribal arcaica de sus vecinos musulmanes los kurdos y sobre todo era un objeto sacrificial fácilmente prescindible. Cuyo saqueo proporcionaría un respiro a las arcas exhaustas del imperio. 

La historia de la creación de este Estado Islámico guarda muchas más similitudes con la Alemania de los años treinta del siglo XX. La propaganda oficial pretendía canalizar el creciente odio de clase de la “canalla”, asfixiada por los impuestos, el servicio militar y las hambrunas sobre todo en el campo, por un odio religioso hacia los ricos cristianos. Se dibujaba como en el caso de los judíos alemanes un perfil de burgués colaboracionista con las potencias extranjeras. Las reivindicaciones políticas de la comunidad armenia fueron la excusa perfecta para liberar las tensiones sociales en contra de los armenios. Repartiendo las migajas del botín entre la “canalla” descontenta musulmana. Entre 1894 y 1896 en distintos episodios represivos y revueltas el sultanato de Hamid causo la muerte de entre 200.000 y 300.000 armenios. Muchas de las tropas que se lanzaron contra los pueblos armenios de montaña eran tropas irregulares kurdas que defendían el derecho de los jefes tribales locales a cobrar un tributo de protección (extorsión) a las poblaciones armenias.

13 Del panislamismo para tontos al Estado islámico de la anfetamina Los cimientos fundamentales del Estado Islámico ya estaban dados. El terror de estado otomano multisecular, con todas sus técnicas caracteristacas, ya estaba desarrollado sobradamente. La ideología cretina de la raza de imbéciles al servicio del estado daba sus primeros pasos. El chivo expiatorio de todos los males se había definido, el cristiano (el más fácil de matar posible claro). Pero claro esto no iba a quedar solamente hay. El estado elegido por Dios tenía que crear su propia historia adecuándola al nuevo concepto religioso y racial informe. La nación turca superior a todas las demás islámicas, que pretende gobernarlas a todas, seria homogénea y pura en su racialidad inconcreta pero muy explícita en lo importante, obediencia ciega al Estado. En esta nueva fase ya no entraría el sultanato desaparecido, al menos de momento, tras el final de la llamada Primera guerra mundial. Sería el estado nacional socialistas milico-laico el que impondría la turquización de lo que quedaba del imperio otomano. Al igual que los refugiados europeos todas las etnias islámicas pasarían a ser turcos por decreto tras el acto sacramental fundacional del genocidio armenio, griego…. Esto iría acompañado de una turquizaccion de la historia otomana, léase falsificación histórica a la carta. Tras la represión, las purgas y las matanzas masivas contra los musulmanes rebeldes Kocgiri (1921) aplastamiento de los nuevos levantamientos Alevíes, el levantamiento de 1925 liderada por el jeque socialista Said, la del monte Ararat (1926-1930) y la revuelta de Dersim (1937-1938) donde finalmente entre todas hubo cientos de miles de víctimas y cientos de miles de deportados. El estado nacional socialista milico decidió borrar la historia de los musulmanes no turcos, léase no leales al Estado, dentro del territorio que le quedaba. Los principados independientes o soberanos, los territorios con cierta autonomía tribal kurdos desaparecieron de la historia. La docena larga de territorios tribales autónomos durante el imperio otomano en las zonas montañosas kurdas que a su vez controlaban a los armenios dejaron de existir en la historia oficial turca. Se decretó el chovinismo obligatorio en la enseñanza y la unidad de la raza de obedientes esbirros del Estado, que es Islámico. 

 Con todo el estado turco quedo muy tocado, a pesar de ser el único régimen nacional socialista y genocida que tuvo continuidad ininterrumpida. Su poder no era más que una sombre de lo que fue el imperio otomano. Se convertiría en una pieza clave de la política de la guerra fría, el estado militarizado que representaría el papel de primera línea de choque con la URSS. Esto sobre todo se recrudecería a partir de la caída del régimen milico-monárquico de Persia en 1978. La impotencia diplomática del estado turco en el mundo islámico se contrarrestaba con una ficción de orgullo milico hacia el interior y obediencia ciega a EEUU. El ejército napoleónico turco se revolcaba en la abundancia de armamento gracias a su papel en la OTAN. Pero siempre hubo una espina clavada en el corazón de los burgueses turcos. 

La ideología laica, nacional y a veces socialista, no parecía añorar el pan islamismo. La raza superior turca no tenía nadie con quien demostrar su superioridad, seguramente carnicera. Excepto a los renegados dentro de Turquía, claro. Pero eso cambiaría con la vuelta del nacionalismo pan islámico de los Hermanos Musulmanes y su versión turca liderada por Erdogan. Primero recuperaría el orgullo religioso, luego se preocupara de la economía, es decir impulsaría la explotación intensiva de los musulmanes por gracia de Dios, y finalmente como ya hemos visto resucitaría el imperio del terror otomano. 

Como los sultanes en su momento, que exterminaron sistemáticamente a los movimientos revolucionarios como el anarquismo, Erdogan se vale del yihadismo para eliminar masivamente a los subversivos e incluso a sus adversarios políticos burgueses. La inmensa mayoría de los muertos, en Turquía, por ataques suicidas yihadistas son subversivos, manifestantes contra Erdogan, proletarios rebeldes o incluso adversarios políticos. Como mucho los lugares más habituales, después de concentraciones, manis subversivas y demás, donde se revientan los yihadistas de Erdogan son lugares donde mujeres, que no son prostitutas, beben alcohol públicamente. Por otra parte como sus antecesores se vale del terror más salvaje y el saqueo contra sus “hermanos” musulmanes indiscriminadamente para hacer grande Turquía. Las masacres de sus tropas auxiliares: Estado Islámico de negro o Ejercito Libre o Nacional Siria (los mismos de camuflaje verde) son retrasmitidas por las redes sociales. Incluso como antaño se alardea de la yihad contra los campesinos muertos de hambre. Como antaño el imperio turco espolia, roba, saquea y arrasa todo a su paso para obtener beneficios. El petróleo, las maquinarias, los rebaños y cosechas confiscados a sangre y fuego, los restos arqueológicos, las niñas capturadas para hacer trata… sacados de Siria, Irak termina en manos de los burgueses turcos o reimportados por ellos. Estado Islámico es la burguesía turca.


martes, 18 de noviembre de 2025

Del panislamismo para tontos al Estado islámico de la anfetamina

 

 Los cimientos fundamentales del Estado Islámico ya estaban dados. El terror de estado otomano multisecular, con todas sus técnicas caracteristacas, ya estaba desarrollado sobradamente. La ideología cretina de la raza de imbéciles al servicio del estado daba sus primeros pasos. El chivo expiatorio de todos los males se había definido, el cristiano (el más fácil de matar posible claro). Pero claro esto no iba a quedar solamente hay. El estado elegido por Dios tenía que crear su propia historia adecuándola al nuevo concepto religioso y racial informe. La nación turca superior a todas las demás islámicas, que pretende gobernarlas a todas, seria homogénea y pura en su racialidad inconcreta pero muy explícita en lo importante, obediencia ciega al Estado. En esta nueva fase ya no entraría el sultanato desaparecido, al menos de momento, tras el final de la llamada Primera guerra mundial. Sería el estado nacional socialistas milico-laico el que impondría la turquización de lo que quedaba del imperio otomano. Al igual que los refugiados europeos todas las etnias islámicas pasarían a ser turcos por decreto tras el acto sacramental fundacional del genocidio armenio, griego…. Esto iría acompañado de una turquizaccion de la historia otomana, léase falsificación histórica a la carta. Tras la represión, las purgas y las matanzas masivas contra los musulmanes rebeldes Kocgiri (1921) aplastamiento de los nuevos levantamientos Alevíes, el levantamiento de 1925 liderada por el jeque socialista Said, la del monte Ararat (1926-1930) y la revuelta de Dersim (1937-1938) donde finalmente entre todas hubo cientos de miles de víctimas y cientos de miles de deportados. El estado nacional socialista milico decidió borrar la historia de los musulmanes no turcos, léase no leales al Estado, dentro del territorio que le quedaba. Los principados independientes o soberanos, los territorios con cierta autonomía tribal kurdos desaparecieron de la historia. La docena larga de territorios tribales autónomos durante el imperio otomano en las zonas montañosas kurdas que a su vez controlaban a los armenios dejaron de existir en la historia oficial turca. Se decretó el chovinismo obligatorio en la enseñanza y la unidad de la raza de obedientes esbirros del Estado, que es Islámico. 

 Con todo el estado turco quedo muy tocado, a pesar de ser el único régimen nacional socialista y genocida que tuvo continuidad ininterrumpida. Su poder no era más que una sombre de lo que fue el imperio otomano. Se convertiría en una pieza clave de la política de la guerra fría, el estado militarizado que representaría el papel de primera línea de choque con la URSS. Esto sobre todo se recrudecería a partir de la caída del régimen milico-monárquico de Persia en 1978. La impotencia diplomática del estado turco en el mundo islámico se contrarrestaba con una ficción de orgullo milico hacia el interior y obediencia ciega a EEUU. El ejército napoleónico turco se revolcaba en la abundancia de armamento gracias a su papel en la OTAN. Pero siempre hubo una espina clavada en el corazón de los burgueses turcos. 

La ideología laica, nacional y a veces socialista, no parecía añorar el pan islamismo. La raza superior turca no tenía nadie con quien demostrar su superioridad, seguramente carnicera. Excepto a los renegados dentro de Turquía, claro. Pero eso cambiaría con la vuelta del nacionalismo pan islámico de los Hermanos Musulmanes y su versión turca liderada por Erdogan. Primero recuperaría el orgullo religioso, luego se preocupara de la economía, es decir impulsaría la explotación intensiva de los musulmanes por gracia de Dios, y finalmente como ya hemos visto resucitaría el imperio del terror otomano. 

Como los sultanes en su momento, que exterminaron sistemáticamente a los movimientos revolucionarios como el anarquismo, Erdogan se vale del yihadismo para eliminar masivamente a los subversivos e incluso a sus adversarios políticos burgueses. La inmensa mayoría de los muertos, en Turquía, por ataques suicidas yihadistas son subversivos, manifestantes contra Erdogan, proletarios rebeldes o incluso adversarios políticos. Como mucho los lugares más habituales, después de concentraciones, manis subversivas y demás, donde se revientan los yihadistas de Erdogan son lugares donde mujeres, que no son prostitutas, beben alcohol públicamente. Por otra parte como sus antecesores se vale del terror más salvaje y el saqueo contra sus “hermanos” musulmanes indiscriminadamente para hacer grande Turquía. Las masacres de sus tropas auxiliares: Estado Islámico de negro o Ejercito Libre o Nacional Siria (los mismos de camuflaje verde) son retrasmitidas por las redes sociales. Incluso como antaño se alardea de la yihad contra los campesinos muertos de hambre. Como antaño el imperio turco espolia, roba, saquea y arrasa todo a su paso para obtener beneficios. El petróleo, las maquinarias, los rebaños y cosechas confiscados a sangre y fuego, los restos arqueológicos, las niñas capturadas para hacer trata… sacados de Siria, Irak termina en manos de los burgueses turcos o reimportados por ellos. Estado Islámico es la burguesía turca.


Igualmente la explotación colonial otomana de los “hermanos de fe musulmanes” es igual de feroz con Erdogan. Las fábricas textiles de Estado Islámico primero, de Estado Islámico de verde con tanque turco después, en las ciudades de Siria son mazmorras donde se produce con etiquetas turcas para inundar el mercado europeo de productos con mano de obra esclava. 

Los hombres del saco turcos que se llevan a los niños han vuelto. Los niños pequeños destrozados por la metralla son la marca de presentación de Erdogan. El secuestro de la voluntad de los padres a través de los hijos. El secuestro, toma de rehenes y chantaje, 3,5 millones de sirios son rehenes indefensos de los hombres del saco. 

Finalmente el genocidio armenio, es reivindicado y revivido de nuevo en las carnes de los kurdos. En el cantón de Afrin en Siria, la limpieza étnica ha dado sus frutos tranquilos y sosegados. El 80% de la población huye juiciosamente. Tras de sí saqueos, asesinatos, tortura, desapariciones y violaciones sistemáticas como estrategia de guerra utilizada contra el 20% restante de la población. No hay cifras oficiales de violaciones y torturas, solo se sabe de 2500 muertos en la conquistas entre los defensores y civiles, pero son más de 5000 los civiles desaparecidos. Los colonos rehenes ocupan el lugar de los limpiados. Los que se resisten a huir se les impone impuestos de hasta el 35%. Los olivares son arrasados por incendios o blindados con palas excavadoras y las cosechas expoliadas. 

Sin olvidarnos del monompolio otomano del alcohol que hoy es complementado con el monopolio del jamaro (heroína) policial turco y de las anfetas captagon marca Estado Islámico que inundan el mercado de oriente medio. Que hoy serán producidas por los profesionales de Estado Islámico vestidos de Ejercito Nacional Sirio, salafista claro.

Primera parte (El reino, ese invento del imperio británico gemelo de Israel)


   Islam del reino: Una versión con hipocresía anglosajona del imperio turco

  En la Primera Guerra Mundial el imperio británico tubo más suerte en su guerra por poderes que el imperio turco. Consiguió convencer a los jefes de diversas tribus para que lucharan por su causa a cambio de promesas bacías, como es natural. Porque el imperio británico tenía una ventaja con respecto a su adversario en la región, no generaba tanta aversión entre la población local. Los crímenes multiseculares cometidos por el imperio británico para que el Yemen siguiera siendo ingles no eran tan conocidos como los del imperio turco en arabia. Consiguió que los árabes pusieran los muertos para agrandar el imperio en oriente medio y que este controlara los principales territorios con petróleo. Al mismo tiempo necesitaba colocar a miembros de la aristocracia indígena en otros territorios. Pero que fueran lo suficientemente fiable para asegurarse su lealtad de forma permanente y acrítica. La casa de Saud era la más indicada para someter bajo su mandato la mayor parte de Arabia. Controlaba a través del chantaje, la extorsión y el miedo el 25% del actual reino de por sí. Pero no podría retener sin la ayuda del ejército británico un territorio tan grande como el que le otorgaron sin ser precisamente la facción que más aporto militarmente en la campaña. Eran buenos políticos, chantajistas, hábiles pero no especialmente audaces y valientes. Era la opción perfecta para controlar las regiones chiitas del golfo pérsico. Solo podrían depender permanentemente del imperio británico o de sus herederos para mantener su poder. 

Su visión del islam elitista hiper reaccionaria era lo que se necesitaba para garantizar los negocios. Toda clase de negocios. La imposición de sus doctrinas religiosas tendría que ser por la fuerza de las armas y sin lugar a dudas tendría que desembocar en un estado de castas. Donde los no creyentes puros serian marginados y las clases pobres serían sometidas. En resumen un versión del imperio turco con la tutela inevitable política y militar del imperio británico.


Revolcando se en el estiércol del amor por el islam con billetes de cien dólares.

La casa de Saud fue elegida tanto por sus puntos fuertes como por sus debilidades. Y el imperio británico y sus herederos criollos EEUU siempre desearon y desean que sean débiles e incapaces de valerse por sí mismos como potencia imperialista. 

Siempre han considerado las debilidades morales y de carácter en los sátrapas subordinados deseables e incluso necesarias para el mantenimiento de la confianza. Por eso las ambiciones imperialistas y de hegemonía en el mundo árabe de la casa de Saud han sido objeto de zancadillas desde siempre por parte de sus patrones. Potenciando a las facciones más conservadoras y comerciales de la casa de Saud, eliminando a los elementos sospechosos o dando alas a sus adversarios petro-aristócratas de los principados menores del golfo. 

Pero sobre todo desde los primeros tiempos han fomentado entre los príncipes del golfo, no solo los Saud un comportamiento y filosofía de vida esnobista y crápula. Una de las principales preocupaciones de la sociedad de naciones fue convertir a la familia Saud y otros aristócratas en la religión de la buena mala vida. Cuanto más gordos, viciosos, opulentos e indolentes mejor para todos. 

Para ellos mismos y para sus patrones. En el reparto colonial de la sociedad de naciones en 1919 en adelante las regiones otorgadas al imperio republicano francés serían más “liberales”. Así que el Libano y Beirut en concreto se convirtió en la Habana de oriente medio. Un paraíso del juego y la prostitución, que se convirtió en el destino turístico sexual recurrente de la elite dominante del golfo pérsico. Osama Bin Laden hecho la pota (de borrachera) a la salida de más de un puticlub de Beirut cuando era un borjamari más de la aristocracia burguesa del ladrillo de arabia de los Saud. Mientras que en los otros lugares se aplicaba la Sharia islámica famosa y muchas más cosas como la discriminación de castas y el aparthed (como en Israel) contra los beduinos, los herejes y pobres en general, no solo las distintas sectas catalogadas como chiitas. 

La secta jarichí también es un elemento de interés para la represión de las potencias coloniales europeas. La preocupación por mantener e imponer la Sharia islámica en principio fue sostenida y mantenida por fuerzas militares occidentales al mismo tiempo que protegió en otros lugares el comercio del alcohol, el juego y la prostitución. Todo ello con la excusa de proteger las libertades en el último caso y la estabilidad en el primero.



Yihad contra el reino, la lucha continua contra el islam de los oligarcas 


 La sharia Islámica Wahabita de los Saud no fue impuesta por bandas de barbudos en el territorio otorgado por el imperio británico a los miembros de dicha casa aristocrática. Fue impuesto por los caballeros y oficiales del ejército de su majestad Jorge V de Inglaterra. Los caballeros de la Royal Air Armig (el real ejército del aire) fueron decisivos y determinantes. Sobre todo para reprimir a las numerosas tribus beduinas de Arabia que jamás reconocieron la autoridad política, ni mucho menos la autoridad religiosa de los Saud. En el mundo islámico el poder político se erige en poder religioso en cada estado al no haber una organización doctrinal unitaria que vele por la ortodoxia religiosa. 

Así que la ortodoxia religiosa se mide en tanto en cuanto se adapte a las necesidades de la clase dominante de cada estado islámico. En el caso de los Saud el principio teológico de respeto y obediencia a la autoridad, a su autoridad, no podía justificarse naturalmente entre tribus que no habían tenido ningún estado que les impusiera su autoridad religiosa con éxito, la autoridad religiosa que teológicamente entendían era la autoridad moral de los ancianos, los emires, los jeques tribales. 

Habían luchado durante siglos, contra el “el gobierno de satan en el islam”, un término mucho más común de lo que puede pensar un occidental, que se refiere al poder colonial de los turcos. 

Así que la autoridad moral religiosa de los Saud debía ser impuesta por la fuerza. Sin necesidad de ninguna circunstancia extraordinaria más. Pero como sucedió durante siglos en el islam la guerra entre la ciudad y el desierto volvió de nuevo. La guerra entre el mundo de los comerciantes, de petróleo, y el mundo tribal, beduino. Los jefes tribales y los jeques religiosos no aceptaron la imposición religiosa de la Sharia Islámica de los Saud ni su autoridad política. 

Llamaron a la Yihad contra el Reino de los mercaderes de petróleo en su propio nacimiento. En 1920 se declara y no solo por las tribus Chiitas de arabia la primera Yihad del siglo XX, contra el reino de los Saud y por supuesto contra los occidentales, el imperio Británico. El reino de los Saud no tenía una fuerza militar comparable a la alianza tribal que dio lugar a la casa real jordana, que efectivamente combatió contra los turcos. 

Su fuerza residía en su capacidad de controlar las fronteras con las colonias británicas de arabia. Su buena relación con los británicos y su control de la costa del mar rojo cercano al canal de Sued. Pero no tenía capacidad para controlar el inmenso territorio que los británicos le otorgaron. 

Sus dominios se multiplicaron por cuatro en teoría no en la práctica. Así que cuando estalla la Yihad contra el reino no tenían ni medios ni fuerza para intentar aplastarla en el desierto ni cómo proteger las ciudades petroleras. El ejército británico que entonces ocupaba militarmente los principados del golfo como Qatar, Irak y Palestina sale al rescate de la Sharia Islámica y de sus queridos mercaderes. La aviación del ejército británico comenzó a castigar con brutalidad a los beduinos. 

Ametrallamientos contra poblados, jaimas, rebaños, bodas y fiestas populares en general. Toda aglomeración de “canalla” era objeto de bombardeo, al igual que los pozos y los oasis. En esa época los bombardeos aéreos contra la población “hostil” era un método de la elite dominante muy popular. El ejército español en el rif, el soviético poszarista en los Urales y el ejército del aire británico en arabia hacían lo mismo. Masacrar a los rebeldes campesinos o tribus nómadas con ametrallamientos, bombardeos con granadas, lanzadas a mano muchas veces, o ataques con gas mostaza. En el caso de los ingleses no fue menos violento ni cruel. 

Quizás más aun, pues prácticamente hoy en día no se conoce ni siquiera entre las nuevas generaciones de musulmanes la menoría de dichos hechos. Solo los descendientes de las victimas beduinas, que son comparables a los gitanos de España, social y jurídicamente en Arabia Saudí, puede que recuerden las matanzas del real Ejército del aire inglés. En mitad de la nada en el desierto de arabia las bombas de gas mostaza podrían haber caído por centenares, por millares, nadie hizo preguntas ni nadie las hará. Todo para crear un estado neo colonialista como Israel sometido a la Sharia Islámica y al aparthed por la gracia del imperio británico.


jueves, 6 de noviembre de 2025

Guerra contra revolucionaria en Yemen.

En este mundo de propaganda sin límites, en el que se oculta el despeñadero donde esta civilización arroja a sus hijos en masa y al mundo entero. Valiéndose de la vendita niebla para confundir y distraer. Distracciones de malditos cuentos de guerra contra dragones y mostros inhumanos, denominados por unos nazis liberales judíos y por otros zares reaccionarios -progresistas. A pesar de todo ello a veces encuentras historias tan viejas, como este mundo, muy fáciles de entender. 
Tras ver la total indefensión del proletariado en arabia. La total indiferencia de la progresía y la izquierda en general sobre la responsabilidad de todas y cada una de las burguesías demócratas en el genocidio premeditado, hiper reforzado militar y económicamente, no podemos hacer otra cosa que intentar expresar algún tipo de posicionamiento revolucionaria sobre esta realidad social escandalosamente aceptada. La coincidente propaganda de guerra a favor de una facción de oligarcas corruptos possovieticos con esbirros y estéticas grotescas no hace más que revolvernos las tripas aún más. 
Podríamos seguir por diferentes razones nuestro silencio al menos en este formato, como durante estos años de disciplinamiento social con la excusa de la amenaza viral. Realidad que nos ha llegado al mismo tiempo que otras cuestiones de la guerra cotidiana de la burguesía contra el proletariado, cuestiones propias de la supervivencia existencial del proletariado. 
Podríamos poner punto final a este formato sin ninguna explicación previa o poner un punto final con nuestras posiciones en los albores de la masacre generalizada contra los proletarios independientemente que sea a través de la guerra interburguesa o no. 
En cuanto a lo de la pandemia y demás, suscribimos las tesis ya expresadas por muchos compañeros sobre lo inevitable del desastre en general y la necesidad del disciplinamiento al proletariado antes de la precipitación final del desastre capitalista. “Guerra social microbiológica en China” es una de las expresiones compañeras más lúcidas sobre lo que nos ha pasado y nos pasara. Hay barias recopilaciones de textos sobre este tema que suscribimos y compartimos. Pero más allá de algunas puntualizaciones y alusiones no tocaremos demasiado el tema. Nos centraremos en una de las consecuencias de esta ofensiva general de la burguesía contra el proletariado y la tierra. 
La guerra en Yemen es la más alta expresión de la guerra contrarrevolucionaria, la guerra contra el proletariado y contra la tierra (nadie habla de las reservas de agua fósil del Yemen). 
La más alta expresión ideológica y social de lo que significa democracia, sociedades abiertas y tolerancia burguesa. Es decir, despotismo brutal y sangriento en pos del intercambio democrático de mercancías. Esta alta expresión de la naturaleza de este sistema mundo totalitario a maza martillo nos da una visión real y de conjunto que nos ayuda realmente a analizar otros elementos del desastre capitalista. Incluida la guerra interburguesa con estética inter étnica entre distintas poblaciones multisecularmente esclavas. Que analizaremos a continuación de este escrito

.Anexo 1  ¡Alabada sea la Revolución la vendita, alabado sea el Che el vendito!  En otras ocasiones ya habíamos apuntado que en el islam el componente milenarista, determinadas leyes sociales y valores propios de las sociedades tribales han determinado entre otras cosas la imposibilidad de que los estados islámicos puedan ser eficientes estados capitalistas. 
Incluso eficientes estados a secas. Por mucho que se intente explicar la expansión islámica en términos racionalistas burgueses imperialistas, se tiene que reconocer que en muchos casos el valor social de la venganza esperada desde tiempos inmemoriales, fue lo que en ciertas zonas acelero un proceso cíclico. La caída de imperios y la sustitución por otros. Pero al mismo tiempo esto también ha sido un lastre para las nuevas autoridades. Por un lado el imperio islámico se apoya en sociedades tribales con valores sociales muy diferentes a la ideología dominante de sociedades comerciales. Por otro estas sociedades tribales son atraídas con un discurso redentorista donde se da por bueno esos valores y se promete un reino eterno de felicidad y comunión de los hombres. Esto también es importante remarcarlo, la sociedad tribal no considera hombres a los que están fuera de la tribu, al aceptar unirse a un ente más grande aceptan la parentela con otros hombres y por tanto también el deber de auxilio. Esto con una dimensión ideológica real, que se expresa en los hechos. Esta dimensión real está racionalizada en la sociedad tribal con el concepto islámico “umna”. 
Esto unido a las lógicas contradicciones irresolubles entre la ideología y la práctica de todo Estado donde se lucha por proteger los intereses de la clase dominante de una sociedad mercantil, convierte al islam en una jaula de grillos. Es el comienzo de una espiral de frustración y sed de venganza. Con tintes teológicos y unidos a todos los elementos clásicos de las rebeliones del mundo rural: hambre de tierras, lucha por el respeto a las leyes viejas tribales (reconocidas en el islam) los derechos sobre el agua, el derecho de paso…  El choque entre la religión convencionalista de comerciantes de esclavos, tratantes de blancas (chulos), clero profesional, aristócratas y terratenientes, y la religión interpretada desde el prisma cultural de sociedades comunitarias no puede hacer otra cosa que desembocar en una guerra a muerte multisecular. Y esto desde el inicio mismo del islam desde el surgimiento de la tercera rama del islam el Jarichismo en el siglo VI hasta la “guerra de los campesinos” islámica en los principios del siglo XV.  Hoy todo esto que nada tiene que ver con la lucha intestina del clero profesional. Sigue operando dentro del islam olvidado, perseguido por propios y extraños. Como la yihad roja, “la venganza por la sangre de los inocentes injustamente derramada” puede ser proclamada contra “infieles” que hagan cosas muy concretas o contra cualquiera que “injustamente derrame la sangre de los inocentes”, ¿Qué estado no derrama injustamente la sangre de inocentes? ¿Qué estado islámico de ayer y hoy no ha derramado la sangre de los inocentes?. Esto en un contexto teológico donde cualquiera, cualquier “anciano”, en cualquier pueblo perdido que estudie el Corán puede llamar a la “yihad roja” en auxilio de cualquier grupo masacrado que sea considerado parte de la familia tribal extensa “la umna” islámica. Así que no solo se podría llamar a la “yihad roja” contra el Estado Islámico, sino contra el jefe del Estado Islámico el sultán turco, contra Marruecos o su rey o contra todos y cada uno de los estados islámicos que durante las primaveras árabes desde 2011 reprimen y ametrallan a los manifestantes que piden pan para sus hijos. La yihad contra la policía en general o contra los que arman a los estados islámicos para matar a los “inocentes”. Los yanquis son los que más armas han vendido a los estados islámicos represores, claro. 
Claro en este contexto si se llama a la yihad roja, no se puede respetar al mismo tiempo la preponderancia de la propiedad privada, del respeto a la autoridad del estado y la autoridad religiosa de los que permiten “derramar la sangre de los inocentes”. La venganza es una de las obligaciones inmemoriales de los miembros de la sociedad tribal y el motor de la yihad roja. Todos aquellos que llaman a castigar o castigan a los culpables son un instrumento de lo que “ellos… los otros” consideran la voluntad de “Alá”. La dama de “El Che” castiga a los culpables por todas partes y llama a hacerlo en 100 lugares distintos. 
Así que no es realmente contradictorio que los que llaman a la “yihad roja” o por la justicia y la caridad, tengan iconos de “santos ateos izquierdistas” como la dama de “El Che”. Son un instrumento de la venganza tribal extensa, que es la voluntad divina. Aunque estos “ateos” digan que la propiedad es un robo, da igual, la propiedad exclusiva de la tierra y el agua es un robo para la sociedad tribal, si no es calificado como un crimen atroz.